El pasado 24 de febrero de 2022, todos los medios de comunicación nacionales e internacionales se hacían eco de lo que sería el comienzo de la guerra ruso-ucraniana que está vigente hasta hoy. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aprobaba una ofensiva militar con el objetivo de invadir Ucrania tras las negociaciones de este último para entrar en la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que tiene como objetivo conservar la seguridad de sus países miembro.
En el discurso ruso, se acuñaban términos como desmilitarizar y desnazificar Ucrania como factores clave que motivaban el ataque. Por otro lado, se ha creado un hito de la resistencia ucraniana a esta ofensiva con vídeos virales que intensifican el heroísmo del pueblo ucraniano encabezado por su presidente, Volodímir Zelenski.
Esto es lo que creemos saber pero, ¿qué es lo que no sabemos?
La sobrecarga de vídeos e imágenes que comparten medios de comunicación y que han invadido las redes sociales da una sensación equívoca de estar informados de lo que ocurre en el este de Europa. Por un lado, Rusia está usando las ya famosas “fake-news” y la desinformación como pieza clave del control sobre la población y una táctica de confundir y engañar al enemigo. El último acontecimiento fue un vídeo que se hizo viral en el país ruso en el cuál se afirmaba que Polonia se estaba preparando para enviar tropas al oeste de Ucrania para combatir a Rusia, todo eso bajo el sello de la BBC News (uno de los más prestigiosos medios de comunicación internacionales).
Por otro lado, un vídeo de un descarrilamiento de un tren con material militar era usado para hacer creer que los partisanos ucranianos se habían hecho con ese tren, supuestamente ruso, derrocándolo y haciéndose con el control de ese armamento bélico. Pero realmente, el vídeo no tiene nada que ver con la guerra en Ucrania, incluso el documento audiovisual se realizó con anterioridad a la guerra. Los compañeros de DW usaron herramientas de búsqueda por imágenes, Yandex y Tineye, para confirmar que las versiones más antiguas del video son del 6 de septiembre de 2017.
Ambos son tan solo dos ejemplos de la desinformación y el dañino poder de la viralización para hacer creer noticias, hechos o acontecimientos que no son reales. Pero, ¿dónde reside el verdadero problema de la desinformación? Medios de comunicación televisivos españoles ayudaron a distribuir y publicar imágenes que no correspondían con las noticias sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, como por ejemplo, la imágenes aéreas tomadas por un dron de una supuesta manifestación en Rusia contra el gobierno. Realmente, esas imágenes sí son de una manifestación en contra de la invasión rusa, pero en Georgia. Los compañeros de Newtral consultaron con la empresa autora de las imágenes para confirmar que esos hechos ocurrieron en los alrededores del Parlamento georgiano.
Otro vídeo en el que se ve cómo se derriba un avión militar fue publicado en medios de comunicación españoles como una defensa ucraniana contra un avión ruso, pero realmente se trata de un caza libio que fue abatido por Francia en 2011. Todos estos ejemplos, más el uso de logos de medios de comunicación de gran prestigio como CNN, entre otros, hacen que realmente estemos lejos de saber y conocer lo que realmente pasa a kilómetros de nuestros hogares. Estamos erróneamente “informados”.
Actualmente y lamentablemente, estar informados requiere de un gran esfuerzo de tiempo y de conocimiento para consultar fuentes veraces en los que se hagan un correcto análisis de los datos. TVE, DW, 5W o Newtral son algunos ejemplos de medios que están apostando por crear equipos que verifiquen todas estas desinformaciones y bulos pero aún queda gran recorrido para que otros medios inviertan dinero y tiempo en seguir esa línea periodística. Otra opción siempre será seguir y consultar a los reporteros que están en pie de terreno a través de sus redes sociales personales.