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¿Otra guerra en Siria?

¿Otra guerra en Siria?

Entre noviembre y diciembre de 2017, los distintos Estados que se habían implicado en derrotar al llamado Estado Islámico (EI) en Siria daban por finalizada la guerra. Rusia, Irán, el Régimen Sirio, Turquía, Estados Unidos con apoyos de Francia, Catar y Arabia  Saudí, además del pueblo kurdo habían luchado conjuntamente contra el EI. Finalmente, en números: las víctimas civiles causadas por el conflicto rondaban entre 320.000 y 450.000 personas, los refugiados ascendían a cinco millones y el  50% de las infraestructuras han sido destruidas. 

Fuente: AFP

Cuando parecía que por fin la guerra en Siria había terminado, el 20 de enero de 2018 Turquía comenzaba su operación militar llamada “Rama de Olivo” para expulsar a los kurdos de la zona noroeste de Siria, en Afrín. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan se ha justificado apelando al “Derecho a Legítima Defensa» del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas (ONU), ya que Siria es frontera con Turquía, y además ha hecho uso de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con la lucha antiterrorista ya que considera al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como grupo terrorista aunque su similar en Siria es Unidades de Protección Popular (YPG), el cual no ha sido considerado como tal. Al fin y al cabo, una oportunidad para intentar terminar con el pueblo kurdo que tanto ha molestado al Gobierno de Turquía desde la imposición de las naciones-estado provenientes de las resoluciones de los tratados posteriores a la I Guerra Mundial que dividía al pueblo kurdo entre las regiones de Irak, Irán, Siria y la antigua URSS, además de Turquía. El objetivo último turco es el de derrotar a los kurdos, una “limpieza étnica”, y usar Afrín como un territorio para alojar a todos los refugiados que actualmente viven en Turquía. 

Lo que Erdogan prometía como una ofensiva rápida: «En los próximos días, y de una forma mucho más rápida, iniciaremos la etapa de asedio del centro de Afrín” se ha complicado enormemente debido a todos los actores que se encuentran en el terreno y que tienen intereses relacionadas con la  región. Actualmente, los kurdos se sitúan en el norte del territorio separados por rebeldes aliados de Turquía; pero tan solo la zona del este tiene el apoyo de Estados Unidos ya que ofrecieron armas y apoyo logístico a los kurdos para terminar con el EI. Así, los estadounidenses han reafirmado su posición de que solo entraran en conflicto si atacan alguna de las zonas noreste. Por otro lado, Rusia con un aparente papel más modesto también se ha posicionado facilitando el uso del espacio aéreo a las operaciones turcas. Y en el caso de Irán, vecinos de Siria, se han pronunciado y han pedido el “fin inmediato de las operaciones militares de Turquía contra las milicias kurdas” ya que esto podría “avivar las llamas de la guerra y la aniquilación”.

Fuente: Liveuamap

Las primeras 24 horas de la ofensiva costaron la vida de dieciocho civiles y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirma estar alarmada por los informes sobre ataques que se están perpetrando en zona civil que a día de hoy se han cobrado 112 muertes. En los últimos movimientos militares, el portavoz de las milicias kurdas YPG, Reizan Hedu, ha denunciado que además de «aviones, tanques y misiles» Turquía emplea en Afrín «armamento prohibido por la convención internacional: napalm y proyectiles con cloro». Pero definitivamente, el último giro de los acontecimientos ha sido el apoyo de Damasco, El Asad, a la región de Afrín para parar la ofensiva turca llevando un convoy de fuerzas progubernamentales sirias que han sido atacadas por la aviación turca. Así, la situación actual en la zona cuenta con un nuevo actor. El responsable de Relaciones Exteriores de la administración kurdosiria de Afrín, Suleimán Yafar, reveló que estaban negociando con las autoridades sirias ese despliegue. «Creemos que la protección de la frontera entre Afrín y Turquía es misión del Estado sirio”. 

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No ha pasado ni un mes desde que la guerra en Siria terminó y la guerra en Afrín comenzó. La suma de las víctimas en la región cada vez va a más y la destrucción del país, tanto en infraestructuras como en el ámbito social están destruyendo todo el tejido sirio. La sociedad está totalmente dividida y el coste nacional que suponen todos estos conflictos está causando una brecha que difícilmente se podrá solucionar. 

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